¡Eeeh, pibes! Luis Caputo, el Toto de la gente, salió al cruce de los que dicen que el dólar oficial está re atrasado y soltó una ironía marca ácida: “Es el primer caso en el mundo donde la gente se queja porque la moneda está apreciada”. Traducción: “ustedes son unos llorones porque el dólar no sube como locos”.
El quilombo arranca con la paradoja más grande que el Obelisco: el Gobierno festeja que el dólar no se dispare (porque “ancla” la inflación) pero al mismo tiempo necesita que suba un poco para juntar reservas y no fundir al Banco Central. O sea, quieren un dólar ni muy alto ni muy bajo… tipo Ricitos de Oro pero con billetes verdes.
El golpe pega en lo simbólico y en el bolsillo: los exportadores putean porque liquidan a dólar oficial barato, los importadores se hacen la paja mental con licencias y cupos, y el argentino de a pie ya no sabe si guardar los mangos bajo el colchón o quemarlos en un asado. Mientras, el FMI mira de reojo y pide “acelerar el crawling peg” (eufemismo fino para “dejen de joder y devalúen de una vez”).
Yo, que vi más cepos que partidos de River en el Monumental, te digo la posta: tener un dólar “atrasado” en Argentina no es ninguna hazaña mundial, es la misma película de siempre con otro director. Sirve para enfriar precios un ratito, pero cuando se suelte la piola (y se va a soltar), va a picar como en el 2018 o 2022. La diferencia es que ahora lo venden como “genialidad macro”.
¿Creés que el dólar está realmente atrasado o Caputo tiene razón y somos unos llorones?
¿El Toto está piloteando bien o nos está vendiendo humo caro?
Contame tu visión, pibe: ¿cuánto creés que va a estar el blue a fin de año?

0 Comentarios