¡Eeeh, pibes! Hoy 6 de noviembre, en la primera audiencia del jury en el Consejo de la Magistratura, la jueza Julieta Makintach de San Isidro se mandó un descargo nervioso: con 20 años en la toga, pide declarar post testigos –fiscal Patricio Ferrari y su custodia policial–, admite irregularidades en el juicio Maradona por el docu "Justicia Divina", y jura que no dimensionó el quilombo en su imparcialidad.
El bardo armó con su llegada tardía desde La Plata pa' esquivar prensa –"me llamaban programas, no quiero ser actriz"–, explica el film como idea de una amiga y un escritor maradoniano, consultó a colegas el 11/3 que lo tildaron "brillante" con cámaras en planos cortos; defendió no suspender el debate pese a pedidos sin motivos, gritando "justicia tardía no es justicia".
El golpe pega en la credibilidad judicial: videos del docu dan "la peor imagen", escarnio mediático la pinta de escandalosa, pone renuncia al gobernador; ironía re caliente, quiso ser "la mejor imagen" pero tropezó con la piedra de la fama no buscada, afectando a la familia Maradona y el sistema entero.
Yo, que vi más juries mediáticos que fallos imparciales, te digo posta: disculpas sinceras por el daño son un arranque, pero pa' restaurar fe en la toga hace falta accountability real –equilibrio al palo, sin dramas.
¿El descargo de Makintach te cierra como mea culpa genuina o suena a excusa de toga? ¿Los juries por docu como este limpian la Justicia o arman más circo pa' rating? Contame tu visión, vengador de las tinieblas: ¿destitución ya o segunda chance?

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