¡Eeeh, piberío de la locura! Patricia Bullrich, fresca salida del Ministerio del Interior con el reordenamiento express de Milei, se mandó un tuit ayer que es oro puro: “¡Edición limitadísima! Si todavía no renovaste tu DNI, hacelo ya que lleva mi firma”. La mina que tuvo el RENAPER apenas unos meses lo promociona como souvenir de colección, como si la gente fuera a correr al registro para tener el documento firmado por la dura anti-piquete. El RENAPER aclaró que los DNI emitidos mientras ella era la jefa llevan su firmita por defecto, pero ahora que pasó a Santilli, los próximos van con otra. O sea: ventana temporal para los fans de Patricia tenerla en el bolsillo hasta 2035.
El quilombo revienta con el ego más plastificado del año: la misma que se fue puteando por perder áreas ahora usa el trámite más básico del argentino para hacerse propaganda personal, como si el DNI fuera un póster autografiado. Lo que era “gestión eficiente” terminó en “comprá ya tu DNI Bullrich antes de que se agote el stock”. Clásico político argentino: te sacan el cargo y vos vendés la firma como si fuera perfume de lujo. Y la gente en los comentarios le pone “ya corro a renovar” o “gracias por el recuerdo histórico”, mientras otros le dicen “mejor firmá la baja de la inflación”.
El golpe pega en lo simbólico heavy: en un país donde renovar el documento es un garrón eterno, que una ministra saliente lo convierta en merchandising personal es el colmo del narcisismo violeta. Para los bullrichistas es “genia total, marketing 10 puntos”, para los K es “desesperada que se va y quiere dejar huella”, y para el gil común es “¿en serio tengo que renovar solo por la firma de esta mina?”.
Yo, que vi más firmas políticas que sellos en AFIP, te digo la posta: el tuit es un acto de ego puro y duro, pero al menos es gracioso y no molesta a nadie. Equilibrio piola: si querés tener la Bullrich en el bolsillo para siempre, renová ya; si te chupa un huevo, esperá tranquilo que en unos años te toca igual y capaz viene con la firma de algún peroncho. Total, el DNI siempre termina vencido igual.
¿Creés que la gente corre al registro por la firma Bullrich o se ríen y pasan?
¿El tuit es genio marketinero o patetismo de ministra saliente?
Contame tu visión, tormenta de la fantasía: ¿vos renovás ya para tener la “edición limitada” o te bancás la firma del próximo que venga? ¡Dale que quiero chamuyo de plástico nacional!

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