¡Eeeh, pibes! Daniel Scioli, el ex todo (motonauta, vice, gobernador, ministro, embajador y ahora ex ministro otra vez), presentó su propia marca de yerba mate llamada Pichichi, hecha en Misiones con estación propia en Apóstoles, packaging verde esperanza y el slogan “la yerba de la unión nacional”. El tipo que perdió Turismo y Ambiente en el último DNU mileísta ahora te vende 500 gramos de yerba a precio “accesible” (alrededor de 7.500 mangos el kilo) y dice que es “emprendimiento privado” para “generar laburo genuino”. Hasta armó evento con gobernadores, productores y el clásico mate en mano mientras posa con la sonrisa que le quedó del Botox 2015.
El quilombo revienta con la ironía más sciolista del siglo: el mismo que fue funcionario de Néstor, Cristina, Alberto y Milei (o sea, de todos los colores menos violeta) ahora se mete a empresario yerbatero porque “el Estado no es la solución”. Lo que empezó como “vamos a unir a los argentinos” terminó en “vamos a unir cebador con yerba propia antes de que me olvide la gente”. Clásico argentino: te echan del gabinete y en vez de llorar te ponés a moler hoja de yerba como si fuera revanche personal.
El golpe pega en lo simbólico heavy: mientras vos tomaste yerba del súper que sabe a rama de árbol porque “no hay plata”, el ex vicepresidente te vende la suya con packaging premium y frase motivacional, como si cebar Pichichi te fuera a devolver el país que prometió en 2015. Para los peronchos es “Daniel emprendedor, ídolo”, para los mileístas es “el K que se reinventa rápido antes de que le caiga alguna causa”, y para el misionero que la produce es “al fin alguien con cara conocida nos compra la hoja”.
Yo, que vi más funcionarios reconvertidos que mates lavados, te digo la posta: si la yerba es buena y barata, bienvenido sea Pichichi al desayuno argentino. Equilibrio piola: que Scioli emprenda lo que quiera, total ya probó ser funcionario de todos los gobiernos y siempre terminó con la sonrisa intacta; ahora al menos vende algo que no se vence en cuatro años. Total, si la Pichichi amarga menos que la política, ya ganó.
¿Creés que Pichichi rompe el mercado o termina como la campaña del 2015: mucho packaging y poco cuerpo?
¿Scioli empresario exitoso o ex funcionario buscando nuevo curro antes del 2027?
Contame tu visión, pibe: ¿comprás la yerba de Scioli o seguís con la del chino que no te pide unión nacional?

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